Comenzaron a llegar a tierras michoacanas las primeras mariposas monarca de la temporada. Estos son algunos datos de este maravilloso y bello insecto:
La Mariposa Monarca pertenece a la familia de los lepidópteros. Sus colores que van del naranja oscuro al blanco y negro sedoso, contrastan espectacularmente con las verdes montañas de Michoacán y su cielo azul. Presenciar esta migración anual es una de las experiencias naturales más emotivas que se puedan vivir en México.
La mariposa monarca comienza a llegar a finales de octubre a los bosques de oyamel, huyendo del frío extremo del Norte de América, donde vive la mayor parte del año. A mediados de Abril, en perfecta sincronía con la entrada de la Primavera, emprende el regreso a casa.
Expertos se siguen preguntando cómo es que la tercera generación de la mariposa que hibernó aquí en México, regresa exactamente al mismo lugar luego de volar por varias semanas alrededor de cuatro mil kilómetros desde Canadá y los Estados Unidos, año tras año.
Actualmente hay tres santuarios de la mariposa abiertos al público: El Rosario y Sierra Chincua en Angangeo, y Macheros, muy cerca de Zitácuaro.
Mis recomendaciones para que ustedes disfruten un día o fin de semana extraordinario son las siguientes:
Llegar aproximadamente entre las diez y las once de la mañana al santuario. Llevar tenis o botas camperas. Llevar chamarra, guantes, bufanda y gorro. Es conveniente traer un refrigerio para comerlo en el camino y ya de regreso comer en alguna de las fondas rústicas del santuario (si yo fuera ustedes pediría la suculenta trucha que se cría en estas mismas montañas). No olvidar cámara fotográfica, pero bajo ninguna circunstancia usar el flash. Ir preparados mentalmente para caminar cuesta arriba entre 30 o 45 minutos.
Si escogen el Santuario de El Rosario, les proporcionarán un guía. Les recomiendo aprender de estos señores todo lo que puedan, pues son miembros del Ejido y conocen y aman sus bosques y a la mariposa. En este santuario hay bastante información a lo largo del ascenso. Respeten escrupulosamente todas las indicaciones. Pregunten a su guía por el llano de los conejos. En ese momento estarán a más de tres mil metros sobre el nivel del mar.
Y si han sido afortunados y los rayos del sol iluminan un poco el llano de los conejos, entonces la madre naturaleza les regalará el imposible espectáculo de ver volar a miles y miles de mariposas a su alrededor, mientras el único ruido que escucharán será el batir de miles y miles de alitas en el aire.
El gobierno mexicano y los ejidatarios han unido esfuerzos durante años para preservar los bosques de oyamel, evitar la tala clandestina y proteger el hábitat de la mariposa monarca.
Las difíciles condiciones de vida y la pobreza extrema han hecho que muchos ejidatarios tumben el bosque para sembrar. Por ello, el turismo ecológico ha sido una fuente de ingresos muy importante.
El compromiso de nosotros como mexicanos y visitantes es procurar que nuestra respetuosa visita altere lo menos posible su hábitat, porque a pesar de lo imponente del bosque, su equilibrio es muy frágil.
Por ultimo, si piensan pernoctar en la zona, pregunten por Albergue Don Bruno en Angangeo o Rancho San Cayetano en Zitácuaro. Y si les queda de camino, en Tlalpujahua pueden comprar las esferas para el árbol de navidad, orgullosamente hechas en México.
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